Recreo

Colaboradores: Rodrigo M., Rodrigo S., Alan F.,  Santiago L. y Franco M.  ALUMNOS DE SÉPTIMO GRADO.

Colaboradores: Victoria M. y Fernado M. C, alumnos de TERCER GRADO.  Maestra a cargo, LORENA.

EL CUENTO

Autor: Ariel Galatro, maestro de QUINTO GRADO.

LA GOTA INDECISA

El trueno había dado la señal. Pronto la lluvia, en forma de miles y miles de gotitas debía caer desde las alturas hasta terminar su viaje en un encuentro con la madre tierra.

Todas las gotas estaban preparadas para dar ese gran y fenómenal salto.

Bueno, a decir verdad no todas lo estaban pues, aunque parezca mentira, a último momento una de ellas estaba indecisa y temerosa.-

La nube, preparada durante un buen tiempo para cumplir con la función que la naturaleza le había señalado, por cierto tenía un problema: una de sus hijas no quería abandonarla.-

Apremiada por el trueno la nube le preguntó a la gota: ¿qué sucede? ¿cuál es el motivo por el que no quieres saltar?.-

Madre, le contestó la gotita, la verdad es que tengo miedo de saltar y me produce vértigo la sola idea de volar por el espacio.-

El trueno, impaciente, hacía señas preguntando que pasaba. Mientras la nube le pedía al trueno un poco de paciencia, le explicaba a la gota remolona:

Mira, no debes tener miedo pues la naturaleza te ha preparado para hacerlo. Además, todas las gotas deben abandonar la nube. Así, unas sirven de abono a la tierra permitiendo la germinación de las especies vegetales en tanto otras se mezclan con otros cursos de agua o forman estanques naturales para que los animales beban. La lluvia forma parte del milagro de la creación y sin su aporte todo se pone mal.

Piensa que pasaría si todas las gotas se negaran a caer. Pronto se vería su consecuencia pues grandes sequías provocarían falta de alimentos amén de los miles y miles de animales muertos o las enfermedades que tal situación provocaría. Tu función, al igual que la de tus hermanas, es importantísima. Contribuyes al milagro de la vida.-

Pero ¿sabes que es lo notable de todo esto? Que también puedes evaporarte y al hacerlo permitir que el proceso se repita infinitamente hasta que, luego de un tiempo, volvemos a juntarnos hasta que la voz del señor trueno nos indique que tenemos que retornar a la tierra.-

La gota indecisa entendió la explicación. Saltó al vacío justo en el momento que el trueno estaba a punto de perder la paciencia. Al hacerlo, se dio cuenta que equivocada había estado al tener miedo. Su vuelo fue fabuloso y ni hablar de la hermosa sensación que le produjo su encuentro con la tierra y lo divertido que le resultaron los remolinos que formaron en conjunto con sus hermanas.

FIN